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El Papa enciende el Sínodo
“Detrás del silencio del universo,
detrás de las nubes de la historia, ¿hay o no hay un Dios? Y si lo hay
¿nos conoce?, ¿tiene que ver con nosotros? ¿Es un Dios bueno y la
realidad del bien tiene poder en el mundo o no?” Con estas palabras
pronunciadas mirando a la cara a los padres sinodales, Benedicto XVI ha
sacudido literalmente el comienzo del debate sinodal sobre la Nueva
Evangelización. Estas preguntas, ha dicho el Papa, son tan actuales hoy
como ayer. Quizás hoy están teñidas de una amargura plomiza como en
pocos periodos de la historia. Y ante la inquietud que crece, muchos
contemporáneos se atormentan: ¿por qué este Dios que nuestro corazón
busca e intuye, no se deja oír?
¡Así se comienza un Sínodo! La Iglesia
entera debe acoger esta zozobra, como ha hecho el Papa, para poder decir
a los hombres con autoridad: sí, Dios ha hablado, nos conoce y nos ama,
ha entrado en la historia; Jesús es su palabra, el Dios con nosotros,
que sufre con nosotros hasta la muerte y resucita. Para que esta
realidad que nutre las venas de la Iglesia cada segundo de su existencia
llegue al corazón de los hombres, el Papa señala tres pasos
fundamentales. Primero la oración, que nace del hecho de que no somos
los hombres los que hemos pensado y construido la Iglesia. “Los
apóstoles no han empezado la Iglesia con la forma de una Asamblea
Constituyente que debía elaborar la Constitución; sólo por iniciativa de
Dios podía nacer la Iglesia, y también hoy el inicio tiene que venir de
Dios”. De ahí la necesidad dramática de la oración, para implorar que
hoy de nuevo, Él actúe.
El segundo paso lo ha designado
Benedicto XVI con la palabra latina “confessio”, que va más allá de la
mera profesión de la fe. Confesar la fe nos hace pensar en afirmarla
delante de un tribunal, delante de los ojos del mundo, sabiendo que
puede costarnos caro, más aún, que el precio puedes ser la propia vida.
Pero esta confesión de la fe no es cosa de algunos momentos dramáticos,
requiere un hábito que la haga visible en lo cotidiano. A esta forma
visible de la fe el Papa la ha denominado “caritas”. “La caridad es la
gran fuerza que debe arder en el corazón de un cristiano, la llama que
alimenta el incendio del Evangelio en torno a él”. Con una intensidad
que hace pensar en la predicación primera de los apóstoles, Benedicto
XVI ha encendido la llama de este Sínodo apenas comenzado: “la fe debe
convertirse en una llama de amor que realmente encienda nuestro ser,
debe convertirse en la gran pasión de nuestro ser y así podrá encender
al prójimo: esta es la esencia de la evangelización”.
¿Qué se hará durante el Sínodo de los Obispos?
Hoy lunes comenzaron los trabajos en el aula sinodal con la Primera Congregación –o sesión-, que contó con la asistencia del Papa, quien la preside por derecho. Durante la sesión de inauguración tomó la palabra el santo padre, así como el cardenal John Tong Hon, obispo de Hong Kong en China, presidente delegado de Benedicto XVI. También fue la ocasión para que el Secretario del Sínodo de los Obispos, monseñor Nikola Eterovic, diera su “Relación” –o informe ejecutivo desde el último Sínodo.
En camino al documento final
Tal como ha informado a la prensa la Secretaría del Sínodo, están previstas 23 Congregaciones Generales y 8 Sesiones de los Círculos menores. En la primera reunión, los miembros de los 12 Círculos menores, divididos según las lenguas oficiales del Sínodo, escogerán a un Moderador y un Relator. Como indica el nombre, el Moderador deberá moderar las discusiones, mientras que el Relator deberá exponer el contenido esencial de los resultados de dichas discusiones en la Congregación General del viernes 19 de octubre.
De entre los varios acontecimientos significativos, se han destacado los siguientes eventos:
-El primer día de los trabajos, 8 de octubre, está prevista también la relación del Relator General, en este caso el cardenal Donald William Wuerl, arzobispo de Washington, Estados Unidos. En la Sesión de la tarde están programadas breves intervenciones de representantes del episcopado de los cinco continentes sobre el tema de la Asamblea Sinodal. Estas deberían indicar en síntesis cómo han percibido el tema sinodal las realidades de las Iglesias particulares de cada continente.
–El 9 de octubre, en la Congregación General de la tarde, el cardenal Marc Ouellet PSS, prefecto de la Congregación para los Obispos, referirá acerca de la recepción de la Exhortación Apostólica Postsinodal Verbum Domini, resultado de la XII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que tuvo lugar en octubre de 2008.
–El miércoles 10 de octubre, su gracia Rowan Douglas Williams, arzobispo de Canterbury y primado de toda Inglaterra y de la Comunión Anglicana, en la Congregación General de la tarde, se dirigirá a la Asamblea para ilustrar desde el punto de vista anglicano el desafío de la nueva evangelización y de la transmisión de la fe cristiana.
–El viernes 12 de octubre, Werner Arber, profesor de Microbiología en el Biozentrum de la Universidad de Basilea, Suiza, y presidente de la Academia Pontificia de las Ciencias, expondrá algunas reflexiones sobre la relación entre ciencia y fe. También intervendrá en la Congregación General de la tarde. Las citadas intervenciones deberían animar el debate libre que está previsto para el final de cada Congregación General de la tarde.
Durante la celebración eucarística del 11 de octubre, el patriarca ecuménico Bartolomé I se dirigirá al obispo de Roma Benedicto XVI y a todos los participantes en la Santa Misa con la cual iniciará el Año de la Fe.
Al comienzo de los trabajos, los padres sinodales elegirán a los miembros de la Comisión del Mensaje, compuesta por doce miembros, de los cuales el presidente, el cardenal Giuseppe Betori, arzobispo de Florencia, Italia, y el vicepresidente, monseñor Luis Antonio G. Tagle, arzobispo de Manila, Filipinas, fueron nombrados por el santo padre. Su santidad nombrará a otros dos miembros, mientras que los ocho restantes serán elegidos por los padres sinodales.
Esta Comisión preparará un Mensaje (Nuntius) que una vez aprobado por los padres sinodales será publicado para informar al Pueblo de Dios sobre los temas tratados durante la Asamblea Sinodal.
CIUDAD DEL VATICANO, lunes 8 octubre 2012
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